Descubre cómo Sonos trabaja con creadores de sonido para perfeccionar la experiencia acústica en casa
Sonos usa una combinación única de ciencia y arte para garantizar que el sonido de tus canciones, pelis y series favoritas suenen tal y como sus creadores querrían.
Cuando Giles Martin se propuso encontrar a los expertos de sonido más fiables del sector cinematográfico, hizo lo que todos hacemos cuando necesitamos ayuda de otros profesionales: los buscó en Google.
Martin prácticamente ha crecido en estudios de grabación, por lo que tiene muchos amigos en el mundo de la música. Y, como Sound Experience Leader de Sonos, consulta con frecuencia a otros productores musicales, ingenieros de sonido y músicos para conocer su opinión sobre el grado de precisión con el que Sonos reproduce la música que ellos crean en el estudio. Grandes productores musicales como Nigel Godrich (Radiohead), Manny Marroquin (Rihanna, John Mayer), Tom Elmhirst (Adele) y Noah Goldstein (Kanye West) se han implicado cada vez más en esta tarea, convirtiéndose recientemente en el pilar de lo que Sonos llama su «Soundboard», un grupo de profesionales del sonido que prestan su tiempo y sus oídos a Sonos con el fin de incluir la perspectiva del artista en el proceso de desarrollo del producto.
«El sonido de la música o de una buena película debe sonar en tu casa de la forma más auténtica y fiel posible». – Giles Martin
«No hay nada que podamos identificar como un “sonido Sonos”», explica Martin. «Igual que una ventana limpia permite pasar la luz del sol, Sonos es un portal que permite que la cultura sónica entre fielmente en tu propia casa».
Para mantener esta ventana metafórica libre del polvo que podría empañar su claridad, Martin trabaja codo a codo con el Soundboard y con una red más amplia de creadores de sonido para criticar y perfeccionar la experiencia de sonido del sistema Sonos.
Durante años, este enfoque ha sido muy eficaz para la música. Gracias a las distintas experiencias de Martin (quien produce y remezcla los álbumes de los Beatles que grabó su propio padre Sir George Martin) y de Sonos (que creó el primer sistema de sonido inalámbrico para el hogar hace ya más de 15 años), no fue complicado sentar las bases de la experiencia musical de Sonos. Pero en cuanto Martin se enteró del último reto de la empresa — Sonos Beam, una barra de sonido para la tele con el cometido de desafiar su tamaño compacto con un sonido potente tanto para películas y series como para música— supo que también tendría que echar mano de la experiencia creativa de algún profesional de sonido del mundo del cine.
«El sonido de la música o de una buena película debe sonar en tu casa de la forma más auténtica y fiel posible», comenta Martin. «Al desarrollar Beam, le hemos dado la misma importancia a la música que al cine en casa».
Las pesquisas de Martin le llevaron hasta el nombre de Chris Jenkins, un editor de sonido cinematográfico cuyo Óscar de la Academia al Mejor Sonido por Mad Max: Furia en la Carretera es tan solo la estatuilla más dorada y reciente de su colección de galardones. El nombre ya le sonaba a Martin porque, por cosas de la vida, los dos ya tenían previsto trabajar juntos en el sonido del proyecto documental de Ron Howard Eight Days a Week: The Beatles’ Touring Years. Martin y Jenkins enseguida se hicieron buenos amigos y enseguida empezaron a hablar del cine en casa y del accidentado viaje que el sonido muchas veces tiene que emprender desde la mesa de mezclas hasta la sala de estar.
«Acabábamos de formar un fantástico equipo que sabía de música», comenta Martin. «Chris Jenkins es un experto en cine. Ha trabajado en algunas de las mejores películas de la historia y sabe perfectamente cómo deben sonar».
Con Jenkins a bordo, el equipo de expertos de sonido de Sonos estaba listo para enfrentarse al desafío de desarrollar Beam con el fin de llenar cualquier habitación con un sonido nítido e inmersivo que hiciera justicia no solo a los álbumes más aclamados sino también a las películas más taquilleras de Hollywood.
«Si vas a poner un altavoz debajo de la tele, no debería ser únicamente un producto de cine en casa», explica Martin. «El reto es crear un gran altavoz para el cine en casa, en el que los diálogos suenen nítidos y las persecuciones de coches invadan tu salón, pero también para la música, siendo capaz de transmitir la autenticidad de cada canción».
La unión de la ciencia del sonido y el arte
Para Sonos, perfeccionar la experiencia de sonido de Beam suponía refinar el proceso que la empresa había usado en los últimos años. Lo primero era trabajar con profesionales de renombre mundial en los campos de la ingeniería, la acústica y el diseño para desarrollar un altavoz capaz de ofrecer un sonido nítido y potente. Después había que someter ese duro trabajo a pruebas de presión mediante las aportaciones críticas y creativas de las personas que habían creado el sonido del contenido original. En pocas palabras, se trataba de combinar ciencia y arte.
A Sonos no le faltan expertos en cuanto a sonido se refiere. Con cinco doctorados, un arsenal de patentes y un equipo con más de un siglo de experiencia combinada en la creación de altavoces de primera clase, nuestro equipo de sonido estaba bien equipado para superar cualquier reto de ingeniera, como obtener graves más profundos en altavoces pequeños, diseñar transductores extremadamente planos como los que se encuentran en Playbase o desarrollar una tecnología que analiza el espacio de la habitación como Trueplay. Cada producto nuevo se prueba en las innovadoras instalaciones de pruebas y mediciones acústicas de Sonos, que incluyen cuatro grandes cámaras anecoicas. Los miembros del equipo como el director de Ingeniería de Sistemas de Sonido Hilmar Lehnert dan ponencias en diferentes conferencias y los ingenieros de Sonos participan activamente en la comunidad científica y han publicado artículos en revistas académicas.
«El sistema nervioso central de una película son los diálogos». – Chris Jenkins
En 2014, Martin se incorporó a Sonos como Sound Experience Leader para ayudar a la marca a equilibrar la ciencia con las aportaciones de la comunidad artística. Martin y su equipo, que empezaron con Playbar, solicitaron la opinión de diversos artistas mediante sesiones informales organizadas por Sonos en las cuales el sonido de cada producto se revisaba y ajustaba en tiempo real. A lo largo de los años, compositores como Hans Zimmer, Rick Rubin, Nigel Godrich y docenas de otros profesionales se han sentado con los ingenieros de Sonos para escuchar sus trabajos en los dispositivos Sonos y valorarlos de la forma más honesta.
Estas sesiones, que tuvieron lugar en salas de audición en la sede de Sonos o en las propias casas de los creadores de sonido, ofrecían a los artistas (y a los ingenieros de Sonos) la oportunidad de sentarse, escuchar con atención y hablar sobre lo que estaban escuchando en un entorno informal y relajado. Se dice que en una de esas sesiones, en 2015, el productor Nigel Godrich de Radiohead, estuvo probando Play:5 durante más de siete horas. En la mayoría de los casos, estos artistas ven y escuchan música, películas o series en las que han trabajado para así poder juzgar el grado de precisión con el que el sistema de Sonos transmite la emoción original y el impacto general del sonido del contenido que ellos mismos han creado con tanto esmero. Si no suena como debe, lo dicen.
«Cuando nos sentamos con ellos, les pedimos que nos digan realmente lo que piensan, queremos críticas», comenta Martin. «¿Están decepcionados con lo que escuchan en los dispositivos Sonos? ¿Cómo podemos cambiar el sonido para que se queden contentos?».
Manny Marroquin, miembro del Soundboard, es uno de los muchos profesionales de la industria de la música que participa en estas sesiones acústicas. Para Marroquin, un ingeniero de sonido ganador de un Óscar de la Academia y productor musical que ha trabajado con Rihanna, Kanye West, Linkin Park y John Mayer, en estas sesiones se trata más de escuchar para emocionarse que ponerse demasiado técnico con la ingeniería de sonido.
«Solo escucho lo que me hace sentir», comenta Marroquin. «En el momento en que empiezo a pensar en ello, sé que algo no funciona. Pero si me pierdo en ese momento, entonces sé que mi encéfalo derecho lo está disfrutando».
Este trabajo de escuchar y ajustar también se ha realizado con Play:1, Play:5, Playbase, Sonos One y, más recientemente, Sonos Beam.
Ajuste de nuestra barra de sonido inteligente y compacta
Chris Jenkins, como ingeniero de sonido que ha trabajado en Hollywood, conoce muy bien las limitaciones de la experiencia acústica de los sistemas de cine en casa. A medida que las teles se vuelven más finas, el sonido suele empeorar. Los altavoces de cine en casa diseñados para solucionar este problema pueden amplificar correctamente los efectos de sonido y las bandas sonoras, pero con frecuencia se olvidan de lo que según Jenkins es el ingrediente esencial: el sonido de la voz humana.
«La parte más importante de las películas es su narrativa», comenta Jenkins. «Lo que he visto es que la experiencia de lo que el actor dice —la interpretación y la parte narrativa— muchas veces se pierde. El sistema nervioso central de una película son los diálogos».
Sonos Beam soluciona el problema de la nitidez de los diálogos con su diseño e ingeniería. Al ser un altavoz de tres canales, Beam mantiene los diálogos centrados en el canal central para que los detalles de lo que los personajes dicen en pantalla no se pierdan entre los efectos de sonido que emiten los canales izquierdo y derecho. Además, Beam viene con una función de mejora de la voz que optimiza aún más la nitidez de las voces.
«Cuando nos sentamos con ellos, les pedimos que nos digan realmente lo que piensan, queremos críticas. ¿Están decepcionados con lo que escuchan en los dispositivos Sonos? ¿Cómo podemos cambiar el sonido para que se queden contentos?». – Giles Martin
Obtener unos diálogos claros y nítidos en Beam es uno de los varios logros que hemos conseguido gracias a las aportaciones de creadores de sonido como el equipo que está detrás de Westworld de HBO; el diseñador de Baby Driver, Julian Slater; y, como no, el propio Jenkins.
«Una de las cosas que escuchamos fue la intro de Mad Max: Furia en la Carretera, que incluye un montón de sonidos de coches y persecuciones a todo volumen», cuenta Jenkins. «Pero cuando realmente empieza la película el sonido es mucho más sutil y atmosférico, y hay un montón de pequeñas voces, retardos y reverberaciones. Es lo que escucha Max en su cabeza antes de empezar su viaje».
Este afán de encontrar un equilibrio entre los sonidos explosivos y lo sutiles es, en muchos aspectos, emblemático en el proceso de creación de Beam: música respecto a película, diálogos respecto a efectos de sonido, diseño respecto a acústica, ingeniería respecto a arte. Para que Sonos Beam encajase en la vida de las personas y ofreciese el sonido correcto, el equipo que trabajó en ella necesitaba identificar cuidadosamente el punto óptimo entre estos dos factores.
«Lo que me gusta de Sonos es poder trabajar con equipos que tienen diferentes visiones», comenta Martin. «Los encargados del diseño quieren crear un altavoz que quede genial en casa. Los encargados del audio quiere crear un altavoz que suene fantásticamente bien. Es difícil establecer ese compromiso entre ajuste, forma y función. Todos tenemos que estar satisfechos al final del proceso. Es como grabar y escribir una canción. Todos tenemos que estar satisfechos con el resultado final».