Guía para principiantes

¿Altavoces activos o pasivos? ¿Cuál es la mejor opción para tu casa?

Five en negro al lado de un tocadiscos sobre un aparador

Si estás en plena búsqueda de un nuevo altavoz o sistema de sonido para tu casa, puede que te preguntes qué tipo de altavoces se adaptan mejor a la forma en la que te gusta escuchar tu contenido favorito. Hay un montón de características que debes tener en cuenta, desde el diseño y el tamaño del altavoz hasta sus opciones de conectividad. Pero antes de plantearte nada, lo primero que debes hacer es decidir si quieres unos altavoces activos o unos pasivos.

En esta guía veremos en qué se diferencian. También analizaremos algunos factores clave que hay que considerar a la hora de optar por una opción u otra. Te vamos a ayudar a descubrir el tipo de altavoz que es mejor para ti, tanto si deseas tener un espacio exclusivo para la música como si prefieres crear un sistema de sonido multiroom con el que escuchar tu contenido favorito por toda la casa.

¿Qué son los altavoces activos?

Los altavoces activos, también conocidos como altavoces autoamplificados, son aquellos que llevan un amplificador integrado. Como los altavoces activos llevan un amplificador dentro de su estructura, no necesitan conectarse a un amplificador externo como fuente de alimentación.

Si tienes que enchufar tus altavoces a la corriente eléctrica, lo más probable es que lleven un amplificador integrado. La mayoría de los altavoces Sonos son así, como Era 100 o Era 300.

¿Por qué necesitas un amplificador? La mayoría de las fuentes de audio envían una señal eléctrica a los altavoces que les indica qué sonido tienen que reproducir. Pero esta señal suele ser demasiado débil para producir sonidos por sí misma. Un amplificador potencia la señal, que se acaba convirtiendo en los sonidos que escuchas con los altavoces.

Si buscas un sistema sencillo que tenga pocos componentes, entonces lo que necesitas es un altavoz activo. Estos altavoces no solo se instalan más fácilmente y en cuestión de minutos, sino que te evitan tener que encontrar un amplificador que funcione en armonía con ellos.

Los sistemas de altavoces todo en uno suelen ser una gran opción para muchas personas, pero a lo mejor prefieres ser tú quien ajuste cada componente del sistema, desde los altavoces hasta el amplificador. En ese caso, unos altavoces pasivos pueden gustarte más.

¿Qué son los altavoces pasivos?

Los altavoces pasivos, también conocidos como altavoces tradicionales, no llevan amplificador, por lo que no pueden amplificar la señal que sale del dispositivo de audio de forma activa. Para usar los altavoces pasivos en un sistema de sonido, tienes que utilizar un amplificador externo o un receptor de vídeo y audio para potenciar la señal de audio.

Los altavoces pasivos pueden ser de cualquier forma o tamaño. Por ejemplo, los altavoces pasivos de pared o techo están diseñados para pasar desapercibidos en la decoración de tu hogar. Y, aparte de su diseño, los altavoces pasivos pueden haberse fabricado para reproducir frecuencias de sonido específicas. Los subwoofers, por ejemplo, se centran en las frecuencias bajas, mientras que los tweeters se ocupan de las frecuencias altas.

Pero ¿por qué usar altavoces pasivos si al final necesitas añadir más componentes al sistema? Porque para algunas personas, ahí está la gracia del asunto. Un sistema de altavoces pasivos ofrece la flexibilidad de combinar distintos componentes especializados o de cambiar el amplificador por uno de mayor calidad sin tener que reemplazar también los altavoces.

Es verdad que ofrecen más flexibilidad, pero son menos prácticos. Normalmente los altavoces pasivos necesitan estar conectados por cable y su proceso de configuración es más complejo. Y, para evitar que los altavoces o el amplificador externo se dañen, los altavoces pasivos tienen que conectarse a un amplificador que tenga una salida de alimentación con la misma impedancia. Encontrar un amplificador que tenga el mismo rango de impedancia que tus altavoces no debería ser demasiado complicado, pero es algo que hay que tener en cuenta.

Amp en una estantería
Una familia en la cocina con varios altavoces de techo por encima

Consideraciones importantes de los altavoces activos y pasivos

Ahora que ya hemos definido ambas categorías, podemos centrarnos en la pregunta clave: ¿deberías optar por unos altavoces activos o por unos pasivos? Los altavoces activos son probablemente una solución mejor y más sencilla para el día a día, pero los altavoces pasivos pueden tener más sentido a la hora de montar determinados sistemas de sonido. Veámoslo en detalle.

Configuración sencilla

Los altavoces activos suelen ser más fáciles de configurar que los pasivos. Para empezar, porque al llevar el amplificador integrado te olvidas de tener que conectar un amplificador externo. Pero no solo es cuestión de que «un componente es más fácil de controlar que dos». El amplificador integrado ya está ajustado a los altavoces integrados del altavoz, así que no tienes que liarte con la ecualización ni toquetear los ajustes del amplificador para lograr un sonido de alta fidelidad.

Dicho esto, si buscas una solución lista para usar y que suene bien sin tener que meterle mucha mano, un altavoz activo es probablemente la opción ideal para ti.

Mejor opción: altavoces activos

Colocación

Si el diseño y la ubicación de los altavoces son tan importantes para ti como su sonido, entonces los altavoces pasivos pueden ofrecerte mayor flexibilidad. Como estos altavoces no tienen que albergar un amplificador en su interior, suelen ser más pequeños y menos aparatosos, por lo que pueden instalarse de forma discreta por toda la casa.

Por ejemplo, algunas personas prefieren los altavoces arquitectónicos que van instalados en las paredes o el techo y pasan totalmente desapercibidos. Este tipo de altavoces suele ser pasivo para facilitar que puedan colocarse en más lugares. Por supuesto, algunos altavoces activos, como nuestras barras de sonido, también tienen un diseño sofisticado que se integra a la perfección con la mayoría de los sistema de cine en casa.

Mejor opción: altavoces pasivos

Calidad de sonido

Puedes conseguir un sonido de calidad con cualquiera de las dos opciones.

Pero sí es verdad que los altavoces pasivos permiten personalizar más el sonido. Y su estructura tiene capacidad para integrar altavoces más grandes, lo que suele ir relacionado con una mejor calidad de sonido. Pero, a menos que seas un profesional del sonido o tengas el oído muy fino para ajustar bien las frecuencias, puede que te resulte difícil conseguir un sonido neutro y bien equilibrado con los altavoces pasivos.

Es más, algunos aspectos del diseño de los altavoces activos pueden mejorar la calidad de sonido. Además de llevar los amplificadores y altavoces integrados que necesitan, los altavoces activos no necesitan cables largos para conectar el amplificador al altavoz. Estos cables van dentro de la estructura y suelen ser bastante cortos. Por norma general, cuanto más corto sea el cable, mejor será la calidad de sonido, así que es un punto a favor.

Mejor opción: empate

Sonos tiene una solución para todos los gustos

Tanto si te decides por unos altavoces activos como por unos pasivos, Sonos tiene la solución ideal para ti.

Los altavoces activos prémium como Five o Era 300 te sumergen de lleno en un sonido inmersivo porque sus amplificadores están ajustados con precisión en función de la estructura específica de cada altavoz.

Y si buscas una solución más discreta, nuestros altavoces arquitectónicos son una opción pasiva que se integra a la perfección con el diseño de tu casa y que funciona de forma excepcional con un amplificador como Sonos Amp. Aunque suelen requerir un mayor esfuerzo de configuración, los altavoces pasivos no tienen que ser intimidantes. Sonos puede incluso encontrarte un profesional para que te ayude a instalar los altavoces pasivos, si acabas optando por esta opción.

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