En un momento en el que la crisis climática amenaza el futuro de nuestro planeta, es de vital importancia que reflexionemos de manera conjunta y crítica sobre el modo en que nuestras acciones afectan al mundo que nos rodea, como las políticas implantadas, nuestras acciones individuales, la reducción de residuos o la protección del ecosistema. Con el lanzamiento de nuestro nuevo Plan de Acción Climática, nuestro compromiso con la responsabilidad medioambiental entra en una nueva fase. Partimos de los esfuerzos que ya hemos realizado durante años para establecer objetivos más ambiciosos para el futuro.

Este proceso comienza con el propio Plan de Acción Climática y su objetivo de reducir la huella de carbono de Sonos, con el compromiso de alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2030 y lograr la huella de carbono cero para el año 2040. Este año, Sonos colaborará con la organización sin ánimo de lucro Sustainable Surf con el fin de invertir en compensaciones de carbono para el año 2021, destinando una parte de la financiación a restaurar los bosques de algas marinas de la costa de California. Además del objetivo específico centrado en las emisiones de carbono de nuestro Plan de Acción Climática, también anunciamos una serie de medidas de sostenibilidad más amplias que incluyen: reducir de manera drástica el consumo de energía de nuestros productos, ampliar la vida útil de los productos haciéndolos más fáciles de reparar y reciclar, utilizar embalajes 100 % de papel para el año 2025, reducir la huella medioambiental de nuestra cadena de suministro y trabajar con organizaciones líderes a nivel mundial en investigación, acreditación y responsabilidad.

Este conjunto de políticas y compromisos refleja muchos años de trabajo previo en Sonos y establece cuáles serán nuestras prioridades durante las próximas décadas. Pero, ¿cómo hemos llegado hasta aquí? Deji Olukotun, jefe de Política y Responsabilidad Social Corporativa, destaca la conexión entre el pasado y el presente. «Llevamos varios años recorriendo este camino, no solo pensando en la sostenibilidad, sino también en nuestra cadena de suministro, en el trato que reciben las personas que hacen nuestros productos y en el modo en que se gestionan nuestras instalaciones y oficinas», relata. «Así que hemos pasado los últimos años escuchando y aprendiendo, viendo cómo podemos mejorar y finalmente poniéndolo en práctica. La crisis climática nos obliga a actuar. Durante los últimos dos años, hemos sufrido condiciones meteorológicas extremas en todas las oficinas en las que tenemos empleados, lo que nos hace sentir que esta labor es necesaria y urgente».

Lo primero que hicimos fue averiguar cuál es nuestra huella de carbono global, y los resultados fueron sorprendentes. «Descubrimos que nuestra mayor fuente de emisiones no era nuestra cadena de suministro ni tampoco la producción ni la distribución. Menos de una cuarta parte de nuestra huella de carbono total proviene de la extracción de nuestros materiales, de la fabricación de nuestros productos y de su transporte hasta nuestros distribuidores», afirma Deji. De hecho, el 75 % de nuestras emisiones de carbono proviene de la energía consumida durante la vida útil de cada producto, lo que definió el objetivo principal de nuestro Plan de Acción Climática.

«En cierto modo fue una sorpresa agradable, ya que se trata de un área sobre la que tenemos más control. Queremos ayudar a nuestros clientes a hacer elecciones responsables, por lo que les ofreceremos más opciones de consumo energético, como la posibilidad de desactivar determinados aspectos del sistema mientras otros siguen activos o realizar un uso más consciente de los asistentes de voz de los altavoces». Sonos también se ha comprometido a incluir el modo de suspensión que presentamos con Roam en todos los productos nuevos para el año 2023. Este planteamiento de la eficiencia reducirá la energía consumida por nuestros productos en un 35 % en la próxima década, lo que constituye una parte fundamental de nuestros objetivos de alcanzar la neutralidad de carbono y la huella de carbono cero.

Sin embargo, realizar una auditoría completa y reducir nuestra huella de carbono es solo una pieza del puzle. «Estas medidas climáticas son extremadamente importantes, pero también tenemos que considerar otros aspectos de la sostenibilidad», explica Deji. «Por ejemplo, el momento en que un producto llega al final de su vida útil tiene un impacto relativamente bajo desde el punto de vista de las emisiones de carbono, pero podría tener una gran huella medioambiental en términos de residuos electrónicos o materiales que vuelven a acabar en el suelo». En 2022, Sonos pasará de limitarse a estudiar las emisiones de carbono de sus productos a auditar también estos otros grandes impactos medioambientales. «Esto nos proporcionará una información muy detallada sobre nuestros productos», afirma Deji. «Estos importantes conocimientos nos permitirán tomar mejores decisiones a la hora de diseñar productos».

Ecoacústica

Sonos también trabajará en proyectos revolucionarios que usan el sonido para apoyar los ecosistemas frágiles. «Como empresa, hemos reflexionado mucho sobre el concepto de la regeneración: la idea de que no solo tendríamos que reducir nuestra huella medioambiental, sino devolver más de lo que recibimos para dejar un mundo mejor que el que encontramos». Este compromiso con la labor de regeneración ha llevado a Sonos a colaborar con organizaciones que se especializan en el uso del sonido para mejorar el entorno: desde su participación en la coalición Music Declares Emergency hasta la celebración de la cumbre Climate Blowout Conference sobre soluciones climáticas en la industria de la música, pasando por la financiación de una pionera investigación bioacústica. Uno de los proyectos de mayor impacto en el que Deji y sus colegas ya están participando implica a un equipo de científicos que utilizan matrices de varios micrófonos y un sistema de aprendizaje automático para trazar los sonidos que emiten los búhos moteados de California, una especie en peligro de extinción, durante su regreso a los ecosistemas que quedaron arrasados por los recientes incendios de la región. Los búhos (y su característica firma sonora) son una especie clave cuya presencia es un indicador de la recuperación de la biodiversidad en los eslabones más bajos de la cadena alimentaria, y brinda a los investigadores una comprensión más clara sobre la velocidad con la que se recuperan los distintos ecosistemas, algo que les ayuda a decidir dónde centrar sus esfuerzos.

Seguimiento de nuestros progresos

Todo esto es genial, pero sabemos que las palabras se las lleva el viento. Lo que de verdad importa es poner en marcha todos estos nobles principios y ambiciosas ideas. Hay dos estrategias claras para garantizar que Sonos cumpla con los estándares marcados en el Plan de Acción Climática. La primera consiste en establecer unos objetivos claros para que todas las partes implicadas tengan una idea concreta de los avances que hemos realizado: «La principal diferencia entre una empresa que dice que va a hacer algo y una que realmente lo hace es el cumplimiento de los objetivos marcados», explica Deji. «Durante los últimos cinco años los hemos cumplido en relación con nuestro embalaje, nuestra eficiencia energética y la auditoría de nuestra cadena de suministro. Y ahora también incluiremos estos nuevos objetivos climáticos». Sin embargo, no todo es un camino de rosas. «Uno de los aspectos interesantes de estos objetivos es que también tienes que informar cuando no los cumples. Creo que a muchas empresas les cuesta ser transparentes cuando fallan. Anunciar unos objetivos de manera pública, tal y como hemos hecho nosotros, e informar de los progresos que se van realizando es un factor clave para lograrlos».

La segunda forma de lograr que Sonos sea transparente y responsable es asociándonos con organismos externos que mantienen estándares industriales sobre carbono, sostenibilidad y ética. Para finales de 2021, Sonos será miembro de pleno derecho de la Responsible Business Alliance, una organización que nos ayudará a auditar la cadena de suministros y garantizará que acatamos las mejores prácticas, así como del Consejo de Administración Forestal, que certifica nuestro uso de productos fabricados con papel sostenible. En ambos casos, estas organizaciones de referencia garantizarán que cumplimos nuestras aspiraciones.

En todo este trabajo, nuestro objetivo subyacente puede resumirse en dos palabras: escuchar mejor. Creada inicialmente para dar título al trabajo de Deji y sus colegas en torno al impacto social, esta frase se ha convertido en un mantra para Sonos que representa no solo nuestro compromiso con el sonido de alta calidad, sino también nuestro deseo de que el mundo sea un lugar mejor.

«Esta es una oportunidad de emprender una acción colectiva, principalmente para el cambio climático, pero también para considerar la sostenibilidad en general, en la que cuantas más empresas se involucren, más sencillo será. Creo que en Sonos podemos sentirnos orgullosos al afirmar que este tema nos importa a todos de verdad, que hemos producido un gran cambio cultural y que estamos realmente comprometidos».