¿Qué es la ecualización (EQ) para música y audio?
¿Hay algo que suena “raro” en tus bocinas o audífonos? ¿Los instrumentos de cuerda suenan como golpes de metal o los graves son tan fuertes que pareciera que estás escuchando música debajo del agua? Si es así, puede que no sea culpa del equipo. Quizás tengas un problema de ecualización, que puede solucionarse fácilmente ajustando la intensidad de frecuencias específicas en la señal de la fuente de sonido.
Podemos imaginar la ecualización como una especie de control de volumen, solo que en lugar de ajustar la intensidad de la música en general, la EQ te permite modificar frecuencias específicas por separado. Esta puede ser una herramienta poderosa cuando quieres corregir problemas como la estridencia o la falta de nitidez, pero la EQ también puede usarse de formas más creativas, ya que te permite obtener la mezcla perfecta de graves, medios y agudos en función de tus preferencias sonoras.
Si alguna vez te has encontrado con un ajuste de “EQ” o “Ecualización” en alguna de tus aplicaciones de audio, posiblemente te hayas sentido abrumado por todas las configuraciones y controles deslizantes. La buena noticia es que en realidad es bastante sencillo. Con algunos conocimientos básicos de los rangos de frecuencia y una idea de qué es lo que suena bien para ti, puedes comenzar a usar la EQ para mejorar tu experiencia sonora.
¿Qué es la ecualización (EQ)?
La ecualización (EQ) es una herramienta que te permite ajustar el volumen de rangos de frecuencia específicos dentro del audio. Es como tener perillas de volumen por separado para los graves profundos, las voces y los instrumentos de rango medio y los sonidos agudos, que se mezclan juntos para crear una pista de audio.
Entonces, ¿por qué usar la EQ? Esa es una buena pregunta, sobre todo cuando consideramos que la mayoría de las pistas de audio ya han sido ecualizadas varias veces antes de que las escuchemos, en la etapas de mezcla y masterización de la grabación, y también al ser convertidas a diferentes tipos de archivo de audio.
Vale la pena recordar que el sonido es subjetivo. Tal vez sencillamente prefieras tu música con graves más pronunciados o con más claridad en frecuencias medias y altas. Pero existen otras razones para modificar la ecualización como usuario.
Una de las razones más comunes es adaptar el sonido a los diferentes entornos en donde escuchas. Las características acústicas de una habitación, como el espacio, los muebles, la reflexión en las paredes de alrededor e incluso los materiales de las paredes, pueden afectar la forma en que se oyen las diferentes frecuencias de sonido. (Por eso Sonos te permite ajustar tus bocinas a tu habitación con Trueplay). Si tu música suele sonar estridente o poco clara en ciertos entornos, la ecualización puede ayudarte a solucionarlo. Otra razón para modificar la ecualización es obtener un resultado óptimo según el tipo de actividad o medio. ¿Vas a escuchar música mientras te ejercitas? Tal vez quieras potenciar los graves para lograr una experiencia más energética. ¿Tienes problemas para escuchar los diálogos de una película aún con el volumen relativamente alto? Prueba potenciando las frecuencias medias alrededor de 1 a 3 kHz, lo que puede hacer que las voces suenen más nítidas. En resumidas cuentas, diferentes situaciones pueden beneficiarse de diferentes configuraciones de ecualización.
¿Cómo ajusto la ecualización?
Realmente no hay que ser experto en audio para ajustar la ecualización. Actualmente, la mayoría de las apps y servicios de streaming incluyen un ecualizador en el menú de ajustes de reproducción en las secciones de “Reproducción”, “Ajustes de contenido” o “Ajustes de audio”.
Estos ecualizadores generalmente tienen botones o controles deslizantes sencillos con los que puedes experimentar para modificar tu sonido. Muchas aplicaciones ofrecen configuraciones predeterminadas sencillas con nombres como “potenciador de graves” o “reductor de agudos”; simplemente cámbialas según tus preferencias.
Servicios de streaming populares como Spotify y Apple Music también suelen ofrecer configuraciones predeterminadas específicas para cada género, por lo que puedes usar las configuraciones de “jazz”, “rock” o “clásica” específicas para la música que más escuches. Solo recuerda que estas configuraciones predeterminadas no siempre tienen el nombre adecuado y podría ser que termines prefiriendo la configuración “clásica” para escuchar rap o heavy metal.
Te recomendamos probar diferentes configuraciones en una canción que conozcas bien, porque así sabrás cómo debería escucharse en tus oídos.
Cómo ajustar la ecualización en tu sistema Sonos
Por supuesto, ajustar la ecualización en una app o servicio de streaming tiene un problema: tus configuraciones guardadas se limitan a esa app o servicio. Por eso es mejor ajustar la ecualización del sistema para que tu música suene increíble en todas las plataformas que uses.
En un sistema de audio Sonos, puedes ajustar la ecualización en cuatro dimensiones: graves, agudos, balance e intensidad. Aquí tienes un resumen de lo que hace cada configuración:
- Graves: Ajusta los sonidos de baja frecuencia, como los de un bajo o el bombo de una batería.
- Agudos: Ajusta los sonidos de alta frecuencia, como los de la guitarra o las voces.
- Balance: Ajusta el nivel de volumen en los canales de audio izquierdo y derecho. Esta opción solo estará disponible en habitaciones donde se pueda reproducir sonido estéreo.
- Intensidad: Potencia algunas frecuencias, como los graves, al escuchar
a volumen bajo. Esta característica está diseñada para compensar los cambios normales en la sensibilidad del oído al escuchar audio a volumen bajo.
Solo tienes que arrastrar los controles deslizantes para hacer ajustes y tus configuraciones se guardarán para todas tus bocinas, barras de sonido, audífonos y otros componentes de tu sistema Sonos. También puedes crear configuraciones personalizadas de la EQ para habitaciones individuales en un sistema de audio multi-habitación, lo cual te permite personalizar tu sonido para los diferentes entornos en los que escuchas.
Cómo afecta la ecualización los diferentes rangos de frecuencia
Si bien muchas aplicaciones te permiten ajustar con facilidad la ecualización con conocimientos técnicos mínimos, puede resultar útil saber qué es lo que hace un ecualizador para cambiar el carácter de tu sonido.
Como indicamos antes, un ecualizador básicamente sube o baja el volumen de rangos de frecuencia específicos dentro de tu música. ¿Pero qué tipos de sonidos producen esos rangos específicos?
En general, podemos dividir los rangos de frecuencia en tres bandas: baja, media y alta. Estas bandas de frecuencia se miden en Hertz (Hz), o el número de ciclos de ondas sonoras que se producen en un segundo. Si eso suena demasiado técnico, solo recuerda que números más pequeños significan sonidos más graves y números más grandes significan sonidos más agudos:
- Las frecuencias bajas (20 Hertz a 200 Hz) son los sonidos graves estruendosos asociados con los subwoofers. Estos pueden agregar un agradable nivel de potencia a una pista, pero demasiados graves pueden provocar que los instrumentos se escuchen con poca nitidez o precisión.
- Las frecuencias medias (200 Hz a 4 kHz) suelen incluir las voces y los instrumentos principales. Si tus rangos medios están “ahogados”, las voces y los solos de guitarra pueden parecer algo perdidos en la mezcla y es posible que el sonido se perciba muy plano en general.
- Las frecuencias altas (4 kHz a 20 kHz), también conocidas como agudos, pueden sonar estridentes o metálicas cuando tienen demasiada presencia en una mezcla. Pero no hay nada como un tambor nítido o el estruendo de un platillo para darle vida a una canción, así que definitivamente los agudos son parte importante de la mezcla.
Algunas apps de ecualización solo te permiten ajustar niveles de frecuencia en estas líneas generales, aunque otras te permiten modificar bandas de frecuencia más pequeñas para crear un sonido más calibrado. Los ecualizadores paramétricos, por ejemplo, te permiten ajustar aspectos mínimos de toda la curva de sonido, en lugar de dividir la curva en rangos que pueden ajustarse de manera individual.
Independientemente del tipo de ecualizador que uses, es bueno saber de qué manera el aumento o la disminución de las diferentes frecuencias puede afectar el perfil sonoro general de tu música.
¿Qué ecualización es mejor para la música?
A estas alturas, ya deberías saber que no existe una configuración de ecualización mágica que sea la mejor para todos los tipos de música. La mejor configuración de ecualización para ti dependerá de tus preferencias personales así como del tipo de música que más escuches.
Te recomendamos probar con diferentes niveles y ver qué funciona para ti. Y recuerda: no siempre es algo intuitivo. Tal vez pienses que una pista de EDM requiere más graves estruendosos, pero la pista tal vez ya fue mezclada para resaltar los graves (y potenciarlos más quizás no sea favorable).
Aquí tienes algunas pautas adicionales para encaminarte correctamente:
- El hip-hop y el rap pueden aprovechar graves más potentes alrededor de 60 a 100 Hz para el impacto del bombo de la batería. Pero también prueba potenciar los rangos medios (entre 2 y 3 kHz) para mantener la presencia de las voces principales.
- Las pistas de rock y heavy metal suelen sonar más potentes al aumentar el rango de los 100 a 250 Hz, lo que destaca los sonidos graves y los rugidos de la guitarra y el bajo. Aumentar el rango de 2 a 4 kHz puede potenciar aún más estos sonidos.
La música clásica suele requerir ajustes más sutiles o incluso ningún ajuste del ecualizador. En este caso, los ajustes deben enfocarse en adaptar el sonido a tu espacio, tal vez aumentando un poco cerca de los 10 kHz para resaltar la sensación de amplitud.
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La ecualización puede mejorar los detalles de tu música e incluso resaltar las partes que más te gustan. Es una lástima que no haya una configuración de ecualización que pueda compensar la mala calidad de algunas bocinas o audífonos. En lugar de frustrarte al intentar ajustar los niveles de un sistema deficiente, vale la pena que actualices tus componentes de sonido a unos capaces de hacerle justicia a tu música.
En Sonos, hemos diseñado barras de sonido, bocinas y audífonos premium que redefinen lo que es posible en cuanto a sonido. Ya sea que quieras llevar tu música contigo fuera de casa con Sonos Ace o que busques una experiencia de teatro en casa envolvente por cortesía de Arc Ultra, no tienes que sacrificar nada para encontrar el sonido perfecto.
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