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Sonos es una empresa estadounidense líder en tecnología de audio, mejor conocida por la creación de los primeros sistemas de audio multi-habitación inalámbricos que les permiten a los usuarios reproducir con facilidad música y otros tipos de contenido en distintas partes de su hogar. La empresa sigue innovando, creando parlantes inalámbricos, sistemas de home theater, audífonos, componentes arquitectónicos y soluciones integradas de audio para el hogar que revolucionan la forma en que las personas escuchan y se conectan con el sonido.

Un amplificador de altavoces, o sencillamente un «amplificador», es un dispositivo electrónico que aumenta la potencia de la señal de audio hasta un nivel que puede escucharse a través de los altavoces o los auriculares. Independientemente de si escuchas música con un tocadiscos, un ordenador portátil o un reproductor de CD, vas a necesitar algún tipo de amplificador. Pero eso no significa que tengas que invertir un dineral en un amplificador independiente, porque hoy en día muchos van integrados en los propios altavoces.

En esta guía te contaremos las nociones básicas sobre cómo amplificar los altavoces y te ayudaremos a decidir si necesitas añadir un amplificador a tu sistema.

Para explicar lo que hace un amplificador de altavoces en un sistema de sonido en casa, lo mejor es que veamos primero un ejemplo de cómo puede sonar una señal de audio 

Si reproduces un vinilo antes de conectar o encender tus altavoces, puedes notar que el propio tocadiscos emite un ligero sonido. Este sonido es, en realidad, la vibración de la aguja del tocadiscos cuando recorre las ranuras del disco. Sin un amplificador, esta vibración puede sonar aguda y como un susurro de fondo, no como música. Para ello, tiene que convertirse en una señal eléctrica y sonar más alto. Mucho más alto.

El responsable de darle esa potencia es el amplificador, porque 

 esta señal eléctrica para que pueda escucharse a través de los altavoces en forma de música. Imagina que el amplificador es como el pilar de tu sistema de sonido, que coge una señal débil de tu dispositivo de audio y la aumenta hasta un nivel que puede impulsar tus 

Así pues, la función principal que tiene el amplificador es aumentar el volumen de tu sonido. Pero un amplificador también se encarga de otras cosas. Ayuda a regular el nivel de potencia que llega a tus altavoces para que no se fuercen hasta el punto de superar sus límites y se estropeen. Un amplificador puede incluso adaptar el sonido de varias formas, como reducir la distorsión o ajustar el tono y la frecuencia de la señal de audio para ajustarlo a tus preferencias (un proceso que se conoce como ecualización).

Un amplificador coge una señal eléctrica débil de una fuente de música (como un tocadiscos o un reproductor de CD) y aumenta su 

. La amplitud mide la fuerza de una onda de sonido. Así pues, las ondas sonoras con una amplitud más alta crean sonidos más altos y las ondas sonoras con una amplitud más baja crean sonidos más bajos.

Cuando la señal de audio se amplifica, el amplificador la envía a los altavoces. Entonces, la señal amplificada crea vibraciones en el cono del altavoz, el cual a su vez crea unas ondas de sonido que nuestros oídos perciben como música.

La mayoría de los amplificadores incorporan controles que te permiten ajustar el sonido y la ganancia (es decir, cuánto se aumenta la señal de audio antes de enviarla a los altavoces). Una mayor ganancia significa más volumen, pero demasiada puede distorsionar la calidad de sonido y provocar un fenómeno que se conoce como «clipping», que ocurre cuando se fuerzan tanto los límites que las crestas y los valles de la onda sonora se cortan porque el amplificador no es capaz de manejar toda la amplitud de la señal. El sonido resultante no solo es desagradable, sino que también puede dañar tu altavoz porque lo fuerza más allá de su capacidad máxima.

Por suerte, la mayoría de los amplificadores de alta calidad incorporan protecciones que evitan estos daños producidos por un exceso de ganancia. Estos amplificadores pueden limitar la cantidad de potencia que se envía a los altavoces para evitar problemas como el sobrecalentamiento y el desgarro del cono del altavoz.

Y cabe señalar que todos los amplificadores necesitan electricidad para funcionar, así que es necesario enchufarlos a la corriente o utilizar una batería.

Amp al lado de un tocadiscos sobre un estante

¿Cuándo es necesario utilizar un amplificador?

siempre vas a necesitar algún tipo de amplificador

 para escuchar música o ver pelis con tu 

. Pero si intentas identificar el amplificador de tu sistema de sonido en casa y no lo consigues, la razón es muy sencilla.

Aunque el amplificador es siempre un componente necesario, no tiene por qué ser siempre un componente 

. La mayoría de los altavoces Sonos, por ejemplo, ya incorporan un amplificador para que puedas usarlos desde el primer momento. Estos se llaman 

 (o altavoces autoamplificados), porque generan activamente su propia potencia y no necesitan un amplificador independiente.

Los altavoces sin amplificadores integrados suelen conocerse como altavoces pasivos. Este tipo de altavoces se suele utilizar en 

, y pasan totalmente desapercibidos porque se instalan en las paredes o el techo de la habitación. Los altavoces pasivos necesitan ser potenciados por un amplificador externo, como 

 depende en gran medida del sistema de sonido que tengas y de si quieres o no tener que emparejar tus altavoces con un amplificador externo. Un 

 con altavoces de pared o techo seguramente necesite un amplificador independiente que los potencie. Pero también puedes conseguir un sonido envolvente increíblemente realista con, por ejemplo, dos altavoces Sonos 

, que incluyen seis amplificadores digitales de clase D para potenciar el sonido.

Si quieres añadir unos altavoces arquitectónicos o de exterior a tu sistema de sonido, necesitas un amplificador de alta calidad que sea capaz de generar suficiente potencia para ofrecer una experiencia multiroom. Y, en ese caso, 

 es justo lo que necesitas. Con 125 vatios por canal, tiene potencia más que suficiente para ofrecer un sonido a alto volumen totalmente nítido y sin distorsiones. No importa si deseas crear un 

 o una casa inteligente fácil de controlar, Amp es el amplificador que te lo soluciona todo.

¿Qué es un «amplificador de altavoces»? ¿No sabes si necesitas uno?

Es posible que encuentres el término «sonido de alta resolución» (o «Hi-res») de forma habitual al comparar diferentes altavoces o formatos de audio. Como ya habrás adivinado, indica un alto nivel de calidad de sonido. Pero ¿alto en comparación con 

 La respuesta no se ve (ni oye) a simple vista.

Veamos los puntos que hay que tener en cuenta para comparar la calidad de sonido. El sonido de alta resolución suena mejor que el sonido de calidad MP3. Suena incluso mejor que el sonido de calidad CD estándar, que en su momento se consideraba suficiente para captar todos los matices del sonido que percibe el oído humano. Sabemos que muchas personas pueden notar la diferencia de calidad más allá de lo que un CD es capaz de reproducir, lo que nos obliga a encontrar la definición concreta del sonido de alta resolución.

A modo de resumen, si una pista de audio digital consigue 

superar la calidad de un tema de CD estándar

, entonces se considera sonido de alta resolución. El término «Calidad» puede parecer subjetivo, pero en realidad se puede evaluar la calidad de una pista de audio usando dos medidas: la profundidad de bits (lo que conocemos como «bits») y la velocidad de muestreo (expresada en kilohercios o «kHz»).

El sonido de alta resolución se suele definir como el audio que capta más matices y detalles sutiles del material original que lo que consigue captarse con una calidad CD estándar. A nivel práctico, esto significa disfrutar de una experiencia de sonido más inmersiva, con más matices y con más nitidez. A nivel técnico, significa 

profundidades de bits de al menos 24 bits

frecuencias de muestreo de al menos 48 kHz

. Es decir, más altas que la calidad CD estándar, que llega a los 16 bits y 44,1 kHz.

Puede que estos números te suenen a chino, pero son importantes para comprender qué son la profundidad de bits y la velocidad de muestreo, si te interesa disfrutar de la mejor experiencia de sonido posible.

La profundidad de bits y la velocidad de muestreo: los componentes clave de la calidad de sonido

Cuando hablamos de calidad de sonido, en realidad nos referimos a hasta qué punto y con qué precisión una pista de audio es capaz de captar el sonido en directo de una grabación. Cuanto mayor sea la calidad, más te sentirás como si estuvieras realmente escuchando una actuación en directo.

, los ingenieros de sonido suelen querer captar el alcance dinámico y la respuesta en frecuencia más amplios posible. El 

 es la diferencia que hay entre los sonidos más bajos y los sonidos más altos que puede reproducir una grabación. La 

 mide hasta qué punto una pista de audio es capaz de producir frecuencias desde los graves más profundos hasta los agudos más altos.

Cada una de estas calidades se corresponde con una medida concreta: la profundidad de bits y la velocidad de muestreo, respectivamente.

 describe cuántas pequeñas piezas de información (o «bits») componen una captura de una onda sonora. Cuanta más alta sea la profundidad de bits, mayor será el alcance dinámico del sonido. Es decir, puedes escuchar mejor los sonidos más altos y los más bajos.

 describe cuántas capturas (o «muestras») se toman de una onda sonora original. Cuanto más alta sea la velocidad de muestreo, más detalladamente el tema capta los matices de la grabación original. Las velocidades de muestreo también captan y reproducen frecuencias de sonido más altas.

Como hemos mencionado antes, los archivos de sonido de alta resolución suelen tener una profundidad de bits de 24 bits y una velocidad de muestreo de 48 kHz o superior. Ambas medidas son notablemente superiores que las de la calidad CD estándar, que suelen tener una profundidad de bits de 16 bits y una velocidad de muestreo de 44,1 kHz.

El siguiente gráfico representa cómo una grabación de 24 bits capta un alcance dinámico de sonidos más amplio. Podría compararse con utilizar una red más grande para pescar, que es capaz de capturar más peces. Abarcaremos eso más adelante.

Representación de cómo el audio en 16 bits capta el alcance de sonoridad completo, mientras que el audio en 24 bits capta un alcance aún mayor.

¿Con qué tipos de archivos de audio es compatible el sonido de alta resolución?

Tras conocer toda esta información, puede que te estés preguntando: 

si el sonido de alta resolución es tan maravilloso, ¿por qué no lo hemos utilizado siempre? 

La respuesta tiene que ver con la tecnología. Más concretamente, con los distintos tipos de archivos de sonido que es compatible y el tamaño que deben tener para albergar todos los datos de ese sonido.

Una de las mayores diferencias entre los distintos tipos de archivos de audio tiene que ver con un proceso llamado compresión. Este proceso toma la onda de sonido original de una grabación y la reduce a un tamaño inferior que es más fácil de transferir y de almacenar.

 pierde una parte de los datos contenidos en la grabación de audio original, lo que puede traducirse en una pérdida de la calidad de sonido.

 conserva toda la información de sonido de la grabación original a pesar de conseguir reducir el tamaño del archivo. Ese es el tipo de compresión que se asocia al sonido de alta resolución.

Algunos tipos de archivos de audio son sin comprimir y, por tanto, también conservan todos los aspectos de la grabación original. Eso sí, la desventaja es que el tamaño de esos archivos puede ser enorme. Por eso, históricamente, se ha buscado un equilibrio entre la calidad de sonido y el almacenamiento o la practicidad. Con la evolución de los nuevos formatos de archivo compatibles con la compresión sin pérdidas, esto está comenzando a cambiar.

Para que puedas comprenderlo mejor, tracemos la ruta que hace una canción grabada en alta resolución (24 bit y 48 kHz) hasta llegar al usuario en forma de archivo de audio.

Ilustración de la evolución de una canción, desde el estudio a la masterización (16 bits y 24 bits), la compresión (con pérdida y sin pérdida) y la reproducción en streaming.

Como puedes ver, la grabación original suele dividirse en dos versiones para su distribución: un formato de audio sin editar ni comprimir y un formato de CD estándar. Los datos del formato sin comprimir pueden utilizarse más tarde para crear formatos de archivo sin pérdidas, como FLAC y ALAC, o también formatos con pérdidas, como MP3 y AAC.

El sonido de alta resolución y el sonido sin pérdidas

Otra cosa que puedes haber notado en el diagrama anterior es que tanto la calidad de alta resolución como la de CD se etiquetan como «sin pérdidas». El audio codificado en el formato de CD realmente se considera sin pérdidas porque representa una captura precisa y exacta de la onda analógica. Aunque puede no tener el mismo alcance dinámico o la misma respuesta en frecuencia que una actuación en directo, un CD no comprime los datos de forma que distorsione o pierda información de la grabación original.

A la hora de comparar el sonido de alta resolución con el 

, lo más destacable es que el sonido de alta resolución no tiene nada que ver con si los datos se pierden o no con la compresión. Se refiere específicamente al sonido que ofrece unas tasas de bits y unas velocidades de muestreo más altas que lo que la calidad CD estándar puede lograr. Así pues, una pista de audio sin pérdidas 

¿Suena mejor el sonido de alta resolución?

La respuesta rápida es sí. Pero no todo el mundo es capaz de percibir la diferencia.

Recuerda que antes se creía que la calidad CD estándar (16 bit y 44,1 kHz) incluía la gama completa de frecuencias que los humanos somos capaces de oír. Desde entonces, se ha demostrado que algunas personas sí pueden escuchar frecuencias que van más allá de lo que la calidad CD es capaz de reproducir. Para estas personas, el sonido de alta resolución sonará mejor, indiscutiblemente. Pero para las personas con una capacidad auditiva deteriorada o no tan buena, el sonido de un CD, o incluso de un MP3, puede sonar más o menos igual.

Si te estás preguntando si tú puedes notar la diferencia, 

 puede ser un buen punto de partida. Para obtener unos resultados más precisos, asegúrate de hacer la prueba con unos auriculares de calidad como 

Cómo puedes escuchar sonido de alta resolución

Cada vez hay más servicios de música que ofrecen opciones de sonido sin pérdidas o de alta resolución. Amazon Music, por ejemplo, tiene ya muchas canciones disponibles en Ultra HD, que describen como «mejor que el sonido de calidad CD (hasta 24 bits y 192 kHz)». El formato de archivo ALAC de Apple Music también es capaz de ofrecer sonido de alta resolución de hasta 24 bits y 192 kHz, aunque tienes que activar la opción en los ajustes.

Una verdadera experiencia de sonido de alta resolución requiere no solo un servicio de música o un tipo de archivo concreto, sino también un equipo capaz de reproducir con exactitud la profundidad y los matices de las grabaciones originales.

De hecho, puedes reproducir sonido sin pérdidas mediante Bluetooth con unos auriculares 

, y te aseguramos que suena increíble. Pero para disfrutar del sonido de alta resolución más preciso posible, tienes que utilizar un altavoz Wi-Fi o enchufar tus Sonos Ace a la fuente de audio con el cable de 3,5 mm que va incluido.

Pero la música no es la única que se beneficia del sonido de alta resolución. Disfruta de tus pelis o series favoritas con el sonido de alta resolución que ofrece un 

, como Arc Ultra, no solo es capaz de reproducir sonido de alta resolución, sino que lo proyecta por toda la habitación para que la experiencia sea aún más inmersiva.

A medida que las capacidades de reproducción y los tipos de archivo siguen ampliándose, Sonos no se queda atrás con productos capaces de hacerle justicia al sonido de alta resolución. Puedes ver qué servicios de música disponen de reproducción en alta resolución (como Apple Music y Amazon Music) en el artículo disponible 

 cuenta con varias opciones prémium capaces de reproducir sonido de alta resolución, como 

 ofrecen una experiencia de sonido de alta resolución, en parte gracias a la 

 y a su capacidad de crear un espacio acústico multidimensional totalmente inmersivo que redefine las posibilidades del 

. Y nuestros auriculares circumaurales prémium Sonos Ace pueden conectarse con un cable de 3,5 mm para ofrecer una experiencia de alta resolución sin necesidad de nada más. (Sonos Ace también proporciona una calidad sin pérdidas mediante Bluetooth o una conexión USB-C).

Si quieres disfrutar de un sonido de alta resolución con tu sistema de audio doméstico, ponte en contacto con un experto de Sonos por 

Una pareja descansando en el sofá con dos altavoces Era 300 en blanco tras ellos

La guía sobre sonido de alta resolución para principiantes

Aunque algunos usuarios siguen prefiriendo conservar sus vinilos y CD, hoy en día la mayoría de las bibliotecas de música son en formato digital, porque son mucho más fáciles de guardar y accesibles desde cualquier lugar. Pero describir un formato de archivo de audio simplemente como «digital» no es especialmente útil, ya que puede significar cosas diferentes y distintos niveles de calidad de sonido. De hecho, los archivos de audio vienen en diferentes formatos y no todos son iguales.

Descripción general de los archivos de audio

Una de las mayores diferencias entre los distintos formatos de archivos de audio tiene que ver con un proceso llamado 

. Como su propio nombre indica, la compresión reduce el tamaño de un archivo. Aunque puede resultar útil para ahorrar espacio de almacenamiento en un disco duro, también afecta a la calidad de la grabación de audio original.

Básicamente, el proceso de compresión reduce la cantidad de datos que contiene una onda de audio, y esta pérdida de datos puede dar como resultado una pérdida significativa de calidad para el usuario. MP3, AAC y Ogg/Vorbis son algunos de los formatos de archivos de audio cuya compresión es del tipo 

Pero el proceso de compresión no reduce 

 la calidad del sonido. Algunas de las tecnologías de compresión más nuevas consiguen reducir el tamaño del archivo conservando toda la información de audio de la grabación original. Los archivos de audio cuya compresión es de este tipo se conocen como 

Finalmente, hay archivos de audio que no pueden comprimirse. Estos archivos de audio 

 suelen tener un tamaño más grande, pero carecen de los problemas de calidad de sonido que afectan a algunos formatos comprimidos.

En resumen, los archivos de audio digital pueden ser 

. Veamos en detalle cada uno de estos tipos y ejemplos habituales.

Los archivos de audio con pérdida se comprimen de un modo que conlleva cierta pérdida de la fidelidad de la grabación original. Puede resultar extraño que 

 prefiera un archivo de audio con pérdida a uno que conserve todos los matices y la complejidad de un archivo sin comprimir. Sin embargo, los archivos con pérdida suelen necesitar mucho menos ancho de banda y espacio de almacenamiento, por lo que es un sacrificio que vale la pena para los servicios de streaming.

Y antes de dar por hecho que «con pérdida» es sinónimo de «mala calidad», pregúntate si tus oídos son capaces de notar la diferencia. Muchas personas no notan ninguna diferencia entre la calidad CD (16 bits/44,1 kHz) y los estándares con tasas de bits más altos que alcanzan técnicamente algunos formatos de archivos sin pérdida. Si no percibes la diferencia, optar por archivos más pequeños cuando es posible tiene todo el sentido del mundo.

A este respecto, veamos los cuatro archivos de audio con pérdida con los que nos podemos encontrar.

Los archivos de audio MP3 se hicieron increíblemente populares a principios de los años 2000. Entonces, era una de las formas más eficientes de tomar una pista de audio de un CD y guardarla en un disco duro digital o en un CD «quemado». El formato MP3 es mucho más pequeño que el de una pista de audio de CD sin comprimir.

Los MP3 fueron revolucionarios en su momento y supusieron un enorme paso adelante en la reproducción de música portátil porque fueron la base de los primeros reproductores de audio digital. Puede que incluso todavía tengas algunos MP3 guardados en tu disco duro, pero el formato es con pérdida y algunas personas sí notan la diferencia entre una canción en MP3 y otra en calidad CD.

AAC son las siglas en inglés de «codificación de audio avanzada». Se trata de otro estándar de codificación con pérdida que se utiliza en compresión de pistas de audio. La calidad AAC no alcanza el nivel del 

, pero es superior al sonido MP3, porque ofrece mejor calidad con un tamaño de archivo similar.

Aunque puede que no sea tan habitual como el MP3, el formato AAC está en todas partes y seguro que te lo has encontrado más de una vez. Era el formato preferido de la tienda de música iTunes y sigue estando disponible en los dispositivos compatibles con AAC.

OGG es una tecnología de compresión multimedia de fuente abierta realmente versátil. Puede que te suenen los términos Ogg/Vorbis, un formato OGG que suele usarse para la compresión de audio. Spotify suele utilizar este formato para la reproducción en streaming.

Aunque tienen pérdida, los archivos OGG mantienen una calidad de sonido bastante buena. Su tamaño y calidad suponen una ventaja respecto a los formatos de compresión con pérdida, y se suelen utilizar para reproducir sonido en streaming en internet.

WMA significa Windows Media Audio y, como su nombre indica, es un formato patentado que ha sido desarrollado por Microsoft. Aunque logra una calidad de sonido ligeramente superior a MP3, el formato WMA con pérdida no es compatible con dispositivos que no sean de Microsoft, así que su utilidad es más limitada.

Una persona sentada en una silla escuchando contenido en un Era 300 en blanco sobre un aparador

 son aquellos que se comprimen de forma que la calidad de la grabación original se conserva básicamente intacta. En otras palabras, durante el proceso de compresión no se pierde ningún aspecto discernible del sonido.

Sin embargo, ten en cuenta que «sin pérdida» no significa «sin comprimir». Un tema sin pérdida sigue estando comprimido, aunque utiliza un algoritmo de datos para conservar toda la calidad de la grabación original. La calidad sin pérdida suele equivaler a 16 bits/44,1 kHz o más, lo que significa que el sonido es al menos tan bueno como el de un CD.

A continuación te dejamos algunos de los tipos de archivos sin pérdida más habituales.

FLAC significa «códec libre de audio sin pérdida». Un códec es básicamente un proceso que comprime y descomprime archivos digitales, por lo que su nombre lo dice todo: se desarrolló como una forma gratuita de conseguir una compresión sin pérdida.

Para muchos amantes de la música, FLAC es el formato de referencia porque consigue un tamaño de archivo mucho más pequeño que un archivo de audio sin comprimir sin sacrificar ni un ápice de calidad de sonido.

ALAC significa «Apple Lossless Audio Codec». Este formato lo desarrolló Apple como sucesor sin pérdida de la AAC. La empresa ofrece actualmente todo su catálogo de Apple Music en resoluciones ALAC de calidad CD o superior.

Este formato es, en realidad, la alternativa sin pérdida del formato Windows Media Audio con pérdida. No es tan habitual como FLAC o ALAC de Apple, y no destaca especialmente en términos de eficiencia de la compresión o de calidad de sonido. Dicho esto, el formato WMA ofrece una experiencia de audio sin pérdida (principalmente) a los usuarios de Microsoft.

Una persona al aire libre escuchando algo en unos auriculares Sonos Ace en blanco suave

Como el nombre sugiere, los archivos de audio sin comprimir no se someten a ningún tipo de compresión. Es decir, no se pierde ningún dato durante el proceso de compresión y se conservan todos los aspectos de la grabación original.

Muchos amantes de la música consideran este tipo de archivos como el paradigma del audio digital, pero también tienen algunos inconvenientes. En primer lugar, suelen ser más grandes. Si guardas un montón de archivos sin comprimir a nivel local, es probable que acabes necesitando más espacio en el disco duro. Como ocupan más, es difícil encontrar archivos que verdaderamente estén sin comprimir en muchos servicios de streaming.

Veamos los tres tipos más habituales de formatos de audio sin comprimir.

WAV (Waveform Audio File Format) es un formato de audio en alta resolución usado para codificar datos de audio de CD. Aunque técnicamente los archivos WAV pueden guardar datos comprimidos, normalmente se utilizan para audio sin comprimir.

Los archivos WAV son conocidos por tener una excelente calidad de sonido, pero también por ocupar mucho.

El AIFF, o «Audio Interchange File Format», es similar al WAV en muchos aspectos. De hecho, fue desarrollado por Apple en la misma época en que Microsoft e IBM desarrollaron el formato WAV.

Los archivos de audio AIFF son similares a los archivos WAV, y normalmente los dos son compatibles con sistemas Microsoft y Apple. Pero los archivos AIFF son raros y suelen ocupar más, por lo que no se ven tanto.

El formato DSD (Direct Stream Digital) es otro formato popular entre los amantes de la música. Su objetivo es capturar la onda analógica original de manera que emule lo que podría escucharse en un tocadiscos de alta calidad. Aunque es muy apreciado entre un pequeño subgrupo de usuarios, este no es un formato popular entre el público general. Los archivos DSD sin comprimir son demasiado grandes como para que se usen en las aplicaciones de reproducción en streaming por internet.

Al fin y al cabo, la calidad del tipo de archivo depende de la del equipo en el que lo reproduzcas. Si no tienes intención de invertir en un sistema de sonido de alta fidelidad con componentes de calidad, puede que la diferencia entre un archivo MP3, AAC o sin pérdida no sea determinante.

 no es tan inalcanzable como piensas. Con un altavoz prémium como 

, que puede reproducir audio espacial, sí podrás notar la diferencia entre la calidad de sonido con o sin pérdida.

Dicho esto, el formato que debes elegir depende en gran medida de cómo vayas a escuchar la música. Si sueles escuchar música en streaming pero quieres disfrutar de la mayor calidad posible, busca servicios que ofrezcan codificaciones FLAC y ALAC. Si para ti el espacio de almacenamiento no es ningún problema y reproduces archivos principalmente desde tu biblioteca de CD, entonces WAV es el formato ideal para ti.

Claro que antes debes decidir cuánta importancia tiene la calidad para ti. Para algunos usuarios, los formatos con pérdida son más que suficientes y, a veces, el tamaño reducido de los archivos pesa más que la diferencia en la calidad del sonido.

Explora diferentes formatos de audio con Sonos

En este punto puede que te preguntes con qué formatos de audio es compatible Sonos. Los 

 incluyen muchos de los formatos de los que hemos hablado en esta guía. Esto incluye audio sin pérdida de alta calidad y sin comprimir usando FLAC y ALAC, con una profundidad de bits máxima que va de la calidad CD a una superior.

Un Five en blanco al lado de un tocadiscos nogal sobre un aparador

La guía básica sobre los tipos de archivos de audio (y cuál utilizar)

Quizás hayas notado que los servicios de música anuncian más que nunca un «sonido sin pérdida». A medida que la tecnología avanza, hay cada vez más servicios que mejoran sus catálogos de canciones con formatos de mayor resolución. Es una gran noticia para los millones de usuarios que escuchan música principalmente en streaming. Pero para aprovechar al máximo este cambio, vale la pena saber lo que es exactamente el sonido sin pérdida y si tu servicio de streaming preferido lo ofrece.

El concepto de «sonido sin pérdida» puede resultar confuso, porque ahora muchos servicios de streaming comienzan a ofrecer niveles o paquetes que distinguen entre formatos de archivos «con pérdida» y «sin pérdida». La idea básica es que el sonido sin pérdida equivale a un sonido de mayor calidad. En términos generales eso es cierto, aunque quizás te resulte más útil comprender 

 se considera mejor antes de correr a actualizar tus ajustes de sonido.

Así que definamos lo que es el sonido sin pérdida y veamos lo que necesitas para disfrutarlo en casa.

El concepto de «sonido sin pérdida» se describe como aquellos 

 comprimidos que conservan toda la información de sonido de la grabación original. Es lo contrario al llamado «sonido con pérdida», que se describe como aquellos formatos de archivos comprimidos que eliminan alguna información del sonido original.

Es importante saber que tanto los archivos de audio con como sin pérdida se someten a un proceso llamado compresión, que implica reducir el tamaño del archivo para que ocupe menos espacio de almacenamiento. La compresión tiene sus ventajas, ya que facilita el almacenamiento del archivo a nivel local y requiere menos ancho de banda de internet para que se reproduzca en streaming sin interrupciones. Pero el proceso de compresión puede ocasionar la pérdida de algunos datos de audio, lo que algunas personas pueden percibir como de menor calidad.

¿Qué se pierde en un archivo de audio «con pérdida»?

Para comprender lo que se pierde en un archivo «con pérdida», lo mejor es conocer cómo funcionan la velocidad de muestreo y la profundidad de bits. Juntas, estas dos mediciones nos dan una pista de la calidad del sonido del archivo de audio digital.

 Los archivos de audio digital toman un número de capturas de la onda sonora original de una grabación y los unen para recrear la grabación original. Cuantas más capturas tomen, mayor será la velocidad de muestreo; y cuanta mayor sea la velocidad de muestreo, mayor será la calidad.

También varía si cada una de estas capturas capta la onda completa o solo una porción. Las grabaciones digitales que captan un rango mayor entre los sonidos altos y los bajos se dice que tienen una mayor 

, lo que también se traduce en una mayor calidad.

Combina una velocidad de muestreo alta con una profundidad de bits alta y el resultado será una reproducción digital comprimida prácticamente indistinguible de la grabación original. En otras palabras, el sonido que obtienes es «sin pérdida». Pero si durante el proceso de compresión la velocidad de muestreo y la profundidad de bits son más bajas para que el tamaño del archivo sea más pequeño, puedes obtener un archivo de audio «con pérdida».

Una persona practicando yoga delante de una Beam en blanco colocada debajo de una tele

¿Dónde puedo acceder al sonido sin pérdida?

El sonido sin pérdida ya está disponible en muchos de los servicios de streaming más populares. Apple Music, por ejemplo, tiene una tecnología patentada de compresión de sonido sin pérdida llamada 

. Los suscriptores de Amazon Music también pueden escuchar sonido sin pérdida con dos niveles de calidad: 

alta definición y ultra alta definición

Tanto Apple Music como Amazon Music definen el «sonido sin pérdida» como el que tiene al menos calidad CD (o 16 bits). Puede que creas que los CD no tienen la tecnología más puntera, pero en su día se determinó que el sonido de calidad CD estándar era lo suficientemente bueno como para que el oído humano no pudiera diferenciar entre la calidad del CD y la grabación original. Algunos 

 han demostrado que algunas personas sí son capaces de detectar diferencias si entrenan el oído. Sin embargo, si lo que buscas es un sonido sin pérdida sin tanto lío, ya puedes desempolvar tu vieja colección de CD.

¿Es el sonido sin pérdida mejor que el sonido estándar?

La respuesta rápida es sí. El sonido sin pérdida ofrece una experiencia de sonido más completa y detallada que las alternativas de sonido con pérdida, que se han convertido en el estándar del sonido a raíz del auge de los servicios de streaming.

Pero para disfrutar de la mejor experiencia de sonido, no hay nada como un altavoz de calidad. La diferencia entre un archivo ALAC de Apple y uno en ultra alta definición de Amazon es relativamente pequeña, pero el altavoz integrado en tu teléfono móvil no le hará justicia a ninguno de los dos. Para aprovechar al máximo la tecnología de sonido sin pérdida tienes que tener un equipo adecuado.

¿Qué necesito para escuchar sonido sin pérdida?

¿Qué es un «amplificador de altavoces»? ¿No sabes si necesitas uno?

La guía sobre sonido de alta resolución para principiantes

La guía básica sobre los tipos de archivos de audio (y cuál utilizar)

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